¡Estoy literalmente asombrado mientras inicio este nuevo Blog..!
Gutiérrez Vivó está narrando la historia de Monitor. Está narrando su último programa; el Monitor 41,100. El último.
33 años de hacer una radio diferente. Primer lugar de audiencia durante décadas. Un locutor-empresario Innovador, fregonazo de la radio, visionario, sin pelos en la lengua, con una cultura de la noticia incomparable, luchador por la libertad sin aceptar atavismos.
Innovador para comunicar con formatos como la mesa política, debates políticos, la mesa económica, transmisiones en inglés, innovador al crear la original, la primer red vial con motocicletas y helicopteros, luchador contra la censura en cada gobierno desde los setentas, enfrentándose contra de los caminos torcidos que se sumaban para fastidiarlo cada vez que expresaba su opinión.
Los que seguimos la trayectoria de Vivó estamos enterados que la asfixia financiera que lo llevó a cerrar Monitor desde que discutió con los hermanos Aguirre Gómez de Radio Centro, y éstos no le pagaran los 24 millones de dólares derivados de perder el laudo, secuestraran sus transmisores y además presionaran para que los anunciantes dejaran de utilizar a Monitor para promocionar sus productos o servicios, sin mencionar la amistad que los hermanos tienen con Vicente Fox, expresidente de México, quien también marcó su postura opositora-despreciativa de Gutiérrez Vivó. Basta recordar la grosería que le hizo a éste en el festejo de sus 30 años como medio de radiodifusión.
Me llama la atención que alguna vez Calderón revisara el Laudo y confirmara lo evidente en su calidad de abogado: Grupo Radio Centro perdió y tiene que pagar. Sin embargo el tiempo avanzó, Calderón es presidente y Gutiérrez Vivó cerró Grupo Monitor. Para mi éste es un ejemplo de que el rollo democrático y de transparencia que los políticos se avientan automáticamente es sólo eso, puro rollo.
Un medio privado tronó porque otro medio privado con más poder se lo jodió, a pesar de que la ley estaba a favor del primero. Sin embargo, como sucede en mexiquito, la ley es ignorada o atendida bajo el lema “nos reservamos el derecho de aceptarla o no”. De ahí la importancia de que existan medios públicos y privados en balance, no oligopolios, ni rollitos para asombrar al usuario final.
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