Las misiones a marte son temas apasionantes. Me remiten a La Fundación de Isaac Asimov cuando la humanidad está regada en el universo y son algo así como 60 mil millones. Todo inició con exploraciones hacia los planetas vecinos. Poco a poco la humanidad se va apropiando de sectores y planetas. Se forma un imperio que luego verá su suerte. Pero mi punto aquí es lo apasionante de imaginar que esto es sólo el inicio de algo enorme.
Hasta que vi la línea de tiempo de las misiones a marte, entendí que ha sido poco tiempo desde el inicio. Tan solo 50 años. Desde 1960 iniciaron los proyectos, algunos con fracasos rotundos. Lo interesante no es que ya haya laboratorios en ruedas sobre la superficie marciana, sino que cuando se trata de imaginar a los humanos ahí mismo, la cosa cambia. Todavía no tenemos la tecnología para sortear algo de esa magnitud. Los científicos están trabajando claro, pero lidiar con la radiación cósmica, por ejemplo, es todo un reto del que aún no se tiene solución.
Mandar humanos a marte implica por lo menos un viaje de 3 años ida y vuelta. Asumiendo que se resuelvan los retos del envío, del desgaste estando allá que los humanos tendrían que soportar, desde la depresión, aislamiento, deterioro físico; lo más increíble es que los investigadores aún no solucionan cómo hacerlos regresar, es más, hasta consideran que sería un proyecto donde podrían morir los elegidos.
En palabras de uno de los científicos involucrados, desarrollar la tecnología podría tomar varios cientos de años todavía. Es decir, aún estamos lejos de escenarios tipo Star Wars, Star Treck, Battle Star Gallactica, etc., donde claramente puedes viajar entre planetas o universos vistiendo chaqueta roja y calzado casual. Otros opinan que en diez años la misión podría hacerse realidad si los astros se alinean, es decir, gobierno, iniciativa privada, universidades, realmente le echan ganas con el dinero y recursos, pero hoy es un escenario incierto en ese sentido.
Si aún no existen los trajes espaciales que permitan levantar un martillo del suelo sin problema alguno y que puedan resistir 3 veces la radiación que hay caminando en la luna, o que se necesitarían varios viajes para llevar toda la carga con la naves de hoy en día, cuándo podremos ver en vivo el amartizaje.
La idea es extremadamente compleja si piensas en algunos de estos detalles de la misión. No es lo mismo mandar robots que caen literalmente en la superficie marciana envueltos en bolsas de aire, a intentar lo mismo con humanos. En 50 años de misiones ha sido mucho o poco el avance de la tecnología. Cuando leo o veo los problemas a los que se enfrentan para la misión crucial, parece que aún estamos en pañales.
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https://www.youtube.com/watch?v=n4tgkyUBkbY#t=20
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