Hari Seldon pudo pronosticar casi mil años del futuro. Era inminente que el imperio se desmoronaría dando paso a guerras entre los reinos, crisis humanitaria, caos.
Pero sustentar con matemáticas que esto pasaría no era el problema. No le puedes decir al gobierno que en unos años colapsaría y salir por la puerta tranquilo. Obviamente sería tildado de traidor y rebelde, cuando menos. Le podría costar la muerte.
Entonces comienza a gestar el gran plan para crear los cimientos de un nuevo imperio. Una de las consecuencias de crisis venidera sería la pérdida del conocimiento por las guerras. Pero sería a través de éste que formaría un nuevo poder. El conocimiento para controlar la energía nuclear, una religión basada en la ciencia, una red de comerciantes para influir en cada rincón de la galaxia. Después de todo el uso de la fuerza es sólo un recurso de los tontos.
A través de la psicohistoria, Seldon visualiza casi mil años y traza un mapa de acciones y de las fases críticas que se deberán implementar y enfrentar respectivamente, una estrategia de largo plazo para minimizar las consecuencias del futuro. Uno de los objetivos fue crear la Fundación.
Ciencia ficción, política, sicología es parte de Fundación escrita en 1951 por Isaac Asimov, pero que hoy sigue leyéndose con una validez increíble por las similitudes en la evolución de la humanidad. Al fin de cuentas el factor humano pesa mucho para bien y para mal.
CIENCIA «DISFRAZADA» DE RELIGIÓN
«Desde el punto de vista sociológico, es como si, cuando el viejo Imperio empezó a descomponerse en sus bordes, la ciencia les hubiera fallado a los mundos periféricos. Para que volvieran a aceptarla, tenía que aparecer disfrazada de otra cosa… Y eso es justo lo que ha pasado. Y ha funcionado a las mil maravillas.»
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