El domingo pasado (27 de julio) jugué por última vez la Beta de Destiny que liberó públicamente la empresa de videojuegos Bungie. El miércoles 23 navegué el PlayStation Store y me topé con el anuncio de la Beta pública pero no conocía algo más sobre Destiny. Fue ese mismo día que en ALT1040 [La beta de Destiny disponible para todos sin necesidad de códigos] escribieron acerca del juego y la beta pública para probarlo antes de su lanzamiento el próximo septiembre 9.
No soy ni hardgamer ni fan de los juegos tipo shooting. He preferido InFamous y GodOfWar, pero algo me llamó la atención de Destiny y decidí descargar los 5Gb para probar. Luego me enteré que Bungie hizo Halo. Alguna vez intenté jugarlo en una PC con joystick pero sólo reforzó mi opinión sobre el shooting. Algo no me cautivaba. Desde el nintendo de 8 bit preferí la tercera persona. Quiero ver a mi personaje para elegir si salto, evado o disparo.
Lo curioso es que el fin de semana pasado me fui sumergiendo en el mundo de Destiny. Jugué como Titán y Hechizero cada uno con sus similitudes de movimientos, armas, armaduras y a la vez con diferencias para atacar, cargar poderes, utilizar armas. Preferí ser hechizero.
Si eres hardgamer del shooting quizás te parece muy inocente lo que comento, pero últimamente con el PS3 me moví en juegos como InFamous 1 y 2, GOW1,2 y 3, Prince of Persia, Asuras’ Wrath y los disfruté mucho, sobre todo el primero. Tal vez el culpable de inducirme al shooting fue precisamente Infamous que combina un poco ésta modalidad.
Ahora que he estado viendo más trailers y videos comentados, le voy entendiendo más a la trama y a la lógica de combate. Es un hecho que con Destiny decidí romper mi falta de fe en el shooting y darle una oportunidad. Ahora sólamente hay que esperar poco más de un mes hasta su lanzamiento. Un terno mes considerando que Destiny me dejó picado.
Comments on this entry are closed.